martes, 18 de marzo de 2014

Tres de tres caídas

Tengo una forma muy extraña de establecer relaciones de cercanía con alguien. Por ejemplo me gusta pensar que ese accidente ya se venía anunciando de alguna manera.
De camino hacia allá fueron dos tropezones, de regreso uno: dos es coincidencia, tres es una confirmación.
Además de que yo me quede preocupada por el primer tropezón que desembocó casi en una caída. 
Pero no me hagan caso, a mí se me da perfecto eso de andar prediciendo catástrofes, hasta las que no suceden.

No hay comentarios: